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Businesswoman with Mask

AZALIA LICÓN

Colisiones temporales

2020

Fotografía, apropiación e intervención digital, impresa en papel algodón

Dimensiones variables (13.5 x 18.5 cm c/u)

PROYECTO SELECCIONADO POR

Ana Berruguete

En las once imágenes fotográficas que conforman la serie «Colisiones temporales», colapsan tres épocas en un mismo espacio; en primer lugar, tarjetas postales y fotografías de la Caracas de antes de los años 90, llevadas a la sobreexposición por manipulación digital, proceso técnico que desvanece la imagen representada y material, un símil sobre nuestra modernidad fantasmal. Posteriormente, sobrepongo fotografías de la Caracas de la última década, ese período histórico bajo el proceso chavista, imágenes pertenecientes a mi archivo personal, las cuales evidencian a una capital ya consumida por la decadencia. Finalmente, se encuentran entre estas capas desvanecidas, complejas y casi incomprensibles (como nuestra realidad), fotografías tipo carnet de la infancia de amigos y conocidos, nacidos a partir de 1980 (en su gran mayoría pertenecientes a la diáspora venezolana), la primera generación que ha tenido que vivir los distintos fracasos de los proyectos políticos de los últimos 70 años; fotografías que fueron solicitadas a través de las redes sociales. Haciendo uso de esta misma herramienta, a la par de una revisión de publicaciones recientes, se recopilaron las frases testimoniales, las cuales acompañan a las imágenes, y que bien pudieran ayudar a definir nuestra historia contemporánea.
A través de «Colisiones temporales» busco hacer un retrato, un registro convulso y confuso, un símil del colapso de dos momentos históricos, uno que representa la causa: una modernidad que, como afirmó Sandra Pinardi, ha sido un sistema lleno de contradicciones, en el que se han hecho más fuertes los desequilibrios y las diferencias, una modernidad que nunca fue; y la consecuencia, devenida en resentimiento, cuyo fruto ha sido el caos decadente a todos los niveles de la sociedad y la vida cotidiana; junto a los rostros infantiles de quienes nos hemos encontrado en el medio de estas pugnas desde nuestro nacimiento, arrasados y devorados por el momento histórico que nos tocó vivir.

«Colisiones temporales» es una serie de once fotografías en la que la artista Azalia Licón (Caracas, 1986) va componiendo nuevas imágenes a partir de la yuxtaposición de tres tipos de imagen que, a modo de capas, se van fundiendo –o colapsando– en una única obra, que revela nuevos significados. Para la primera, la artista se apropia de tarjetas postales y fotografías de la Caracas de antes de los años 90, llevadas a la sobreexposición por manipulación digital. Una Caracas moderna, resplandeciente y prometedora, pero que en la intencionada manipulación de Azalia pierde intensidad. Lo que queda es su rastro, un vago recuerdo fantasmal sobre el que se ha sustentado una frágil memoria histórica para toda esa generación posterior de venezolanos, los nacidos a partir de los años 80, que han construido su identidad sobre el reiterado anhelo de una historia pasada.
Sobre ella, la artista yuxtapone o combina imágenes de su archivo personal. Imágenes contemporáneas, de los últimos diez años, coincidentes con el período histórico bajo el proceso chavista, hasta llegar a esa ciudad decadente que es hoy Caracas. Esas dos realidades temporales se funden –colisionan– en una nueva imagen –difusa, contradictoria, extraña– sobre la que proyectar la tercera de las capas: retratos infantiles a partir de ampliaciones de fotografías de carnet que Azalia ha ido recopilando a través de las redes sociales, entre amigos y conocidos. Son niños nacidos a partir de 1980 (en su gran mayoría pertenecientes a la diáspora venezolana), de los cuales muchos ya no están en Venezuela tras una migración forzosa. En su descontextualización, estos niños se convierten en seres anónimos, símbolo de toda una generación de venezolanos.
Por último, la imagen final se acompaña de fragmentos de textos procedentes de testimonios encontrados en las redes sociales, en concreto, de Twitter, y extraídos en parte del libro «Florecer lejos de casa, testimonios de la diáspora venezolana», compilado por Ángel Arellano. Son la generación a la que pertenece la autora que, en este proceso de apropiación, recreación y re-significación de la imagen, le permite representar su propia historia. En la colisión que se produce entre esos dos momentos históricos, la artista realiza un registro. Azalia se vale de todos estos recursos visuales para hablar de su propia historia, de su propio sentir, como símbolo.
Todo el trabajo anterior de Azalia Licón ha girado en torno a la historia reciente de Venezuela utilizando, además, el paisaje urbano de Caracas como metáfora. Desde una perspectiva histórica y social y un fuerte compromiso político, su obra busca interpelar al espectador, empujarlo a plantearse cosas y a sacar sus propias conclusiones. Con este trabajo ha dado un paso adelante hacia una fotografía más conceptual y menos documental. Los códigos son sencillos: apropiaciones, yuxtaposiciones y recreaciones para, en esos juegos semánticos entre paisaje y retrato, imagen y texto, pasado y presente, proyectar su relato vital.

Ana Berruguete

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AZALIA LICÓN

Licenciada en Administración, mención Comercio Internacional, por la Universidad Nacional Experimental Marítima del Caribe (Catia la Mar, 2009). Actualmente reside y trabaja en Catia la Mar, Venezuela.
Exposiciones colectivas recientes: Concurso Internacional de la Imagen del Festival Internacional de la Imagen (Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Pachuca de Soto, México. 2019) // Por los caminos verdes. Venezuela 250 años después de Humboldt (Hacienda La Trinidad. Caracas, Venezuela. 2019) // GPS8° N66° O - Au Coeur du Venezuela (Espace DémART. Lausana, Suiza. 2019) // 234(+2) Luces (Espacio Proyecto Libertad. Mérida, Venezuela. 2019) // Líneas de fuga (Centro Cultural Español. Miami, EE.UU. 2019) // XIV Salón de Jóvenes Artistas (Museo de Arte Contemporáneo del Zulia. Maracaibo, Venezuela. 2018) // Cartografías políticas (Espacio en Blanco. Monterrey, México. 2018) // Ellas ¿Nosotras? (Galería Tres y 3. Caracas, Venezuela. 2018) // Arte y sociedad. Jóvenes creadores venezolanos (Centro Cultural BOD. Caracas, Venezuela. 2018) // Dedo índice, vivencias y reflexiones (Instituto de Previsión Social del Periodista. Caracas, Venezuela. 2018) // Venezuela vista por ellas (Villalón Galería de Arte. Barquisimeto, Venezuela. 2018) // República colapsada Vol. 2 (Babycastles Gallery. Nueva York, EE.UU. 2017) // Caracas 2017 (Galería D’ Museo. Caracas, Venezuela. 2017) // Ciudad volátil/Ciudad política (Librería Lugar Común. Caracas, Venezuela. 2017) // Laboratorio Urbano de Arte Contemporáneo (La Caja del Centro Cultural Chacao. Caracas, Venezuela. 2017).
Reconocimientos: 2do lugar en la categoría “Fotografía Profesional” del Concurso Internacional del Festival Internacional de la Imagen (Pachuca de Soto, México. 2019) // Mención honorífica en el XIV Salón de Jóvenes Artistas (Maracaibo, Venezuela. 2018).

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