ANA MOSQUERA
Isla Decepción
2020
Técnica mixta
Dimensiones variables
PROYECTO SELECCIONADO POR
Lucas Ospina
Con frecuencia sueño con islas, espacios remotos donde la vida siempre puede volver a empezar, una posibilidad de escape, o una mónada, estructurada sobre una noción semi- divina de agenciamiento individual. Porque soñar con islas es soñar las utopías que encarnan, y todas sus irresistibles proyecciones literarias de un paraíso terrenal; pero también es despertar sobre toda su imposibilidad.
En el libro «Islas desiertas», Deleuze anticipa una posición teórica sobre las islas en términos geográficos, argumentando que estas nunca están realmente separadas del resto de la tierra: una isla continental se desarticula de una masa de tierra más grande; una isla oceánica surge de las profundidades geológicas para romper la superficie del agua. Éstas dinámicas geo-oceánicas nos dicen que las mismas condiciones que hacen posible la isla también hacen imposible su finalidad trascendente o su posible condición desértica por separación radical. La isla es por tanto un espacio de transformación perpetua, resultado de la lucha entre el mar y la tierra, un espacio del que realmente no se puede decir que exista (ser), solo que está inmerso en un proceso incansable de entrar y salir de la existencia (convertirse).
Es esta última idea, sobre la posibilidad de pensar en el territorio como un espacio liminal o como una realidad no objetiva, la que me interesa explorar con este proyecto, pues si la definición limítrofe y concreta del territorio define la naturaleza del estado-nación, un territorio portátil, transformable y manufacturado, la confronta.
En este sentido, el proyecto plantea la ficción de una micronación, bajo el nombre de Isla Decepción, y la cual existe dentro de una caja de proporciones standard. La nación se entiende como presente al momento de abrir la caja y activar el componente digital, el componente digital consiste en una página web disponible en sala, accesible a través de un QR. En la web los usuarios y visitantes podrán acceder a un inventario de ciudadanías en renta así como poner su ciudadanía en renta. El sistema digital se entiende como el sistema económico de la isla.
La caja está acompañada de una serie de objetos a modo de colección que apoyan la narración sobre la isla. La colección contiene textiles, libros y documentos en diferentes formatos.
La propuesta Isla Decepción de Ana Mosquera plantea, en palabras de la artista, “la posibilidad de pensar en el territorio como un espacio liminal o como una realidad no objetiva”. Sobre la superficie de una gran mesa, como estructura y objeto en el presente de la sala de exposición, se ubican una serie de elementos y dispositivos que narran la geografía de este lugar imaginario. Se trata de un ejercicio de arquitectura de la información que expone la puesta en escena misma del lenguaje al confrontar varios modos de escritura y memoria, de archivo y lectura, de infinito y finitud. La actualidad de esta nación imaginaria se retrata en sus aspectos económicos, materiales y políticos mediante breves y sugerentes narraciones que destacan las particularidades del lugar. En esta narración destaca el tono, una reserva que bajo un enfoque fragmentado y literario se expresa, en apariencia, como si fuera una exposición didáctica e informativa. Al entender el textil como texto y el texto como hilo de ideas, Ana Mosquera combina la concisión y ritmo de la poesía con el movimiento y distribución de formas de la infografía, del diseño gráfico. La posibilidad de esta isla es un juego narrativo lúcido, agudo y absurdo, la voluntad de esta utopía es a la vez crítica con la realidad distópica del sistema político venezolano, una puesta en abismo donde el designio de una dictatura militar voluntariosa domina el territorio pero aísla a cada habitante al trabajo diario de la sobrevivencia dentro de una pesadilla burocrática.
Lucas Ospina