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MALU VALERIO

Mar Caribe/Mal Caribe

2020-2021

Díptico de algodón teñido, bordado y acolchado

195 x 80 cm c/u

INVITADA ESPECIAL

GANADORA DEL PREMIO EUGENIO MENDOZA #15

Esta propuesta es consecuencia del proyecto de investigación que presenté en enero 2020 en la Sala Mendoza, titulado Somos cuerpo, somos territorio, somos e-in migrantes, el cual devino de una experiencia de tres meses en Colombia trabajando con grupos de migrantes venezolanos en la ciudad de Cali. Una vez concretada esa exposición, me dispuse a pensar en ese otro territorio venezolano ampliado hacia las aguas territoriales en el Mar Caribe, o lo que es lo mismo, nuestro maritorio.

 

Alrededor de marzo de 2020 desplazo la atención al territorio marítimo, cuyas características inasibles e ilimitadas lo convierten en un espacio ambiguo, delimitado por tratados pero inabarcable desde las estructuras que ordenan y demarcan el territorio terrestre de los países.

Todos los años ocurre, pero en especial durante 2020, hubo ciertos eventos en el Mar Caribe venezolano -en parte gatillados por el cierre de fronteras impuesto y por las tensas relaciones que actualmente mantiene el poder en Venezuela con los países vecinos- que incluyeron presuntas invasiones mercenarias y aproximaciones de la cuarta flota, con la novedad de la llegada de buques iraníes cargados del combustible que el país dejó de producir y la aparición de un tesoro dorado en las costas de Guaca, en el Estado Sucre, tras ello el tráfico incesante de personas y mercancías. 

 

Entre estos acontecimientos, una serie de naufragios de migrantes entre noviembre y diciembre, desde la Península de Paria hacia Trinidad y Tobago, dejó una estela de fallecidos y desaparecidos que se suman a más de un centenar de naufragados desde 2017, por el agravamiento de la Emergencia Humanitaria Compleja. 

 

Continuando el trabajo con el maritorio, o las aguas territoriales venezolanas en el Mar Caribe y a casi tres meses de haber zarpado los peñeros cargados de güireños, presento este díptico que juega a ser balsa, flotador, lecho, nave. 

Malu Valerio (retrato b:n circular).png

MALU VALERIO

Licenciada en Artes Plásticas, mención Pintura, del Instituto Universitario de Estudios Superiores de Artes Plásticas Armando Reverón (IUESPAR, Caracas, 2007), con Diplomado de Arte Contemporáneo (Universidad Metropolitana de Caracas-Sala Mendoza, 2018-2019) y Diplomado de Equidad de Género y Derechos Humanos (Universidad de Los Andes, en curso). Residencia artística en Lugar a dudas (Cali, Colombia, 2019) y Macolla Creativa (Caracas, Venezuela, 2019).

 

Algunos proyectos individuales: Somos cuerpo, somos territorio, somos e-in migrantes (Sala Mendoza. Caracas, Venezuela. 2020) // Morada. Refugio y encierro (Museo de Arte Contemporáneo del Zulia. Maracaibo, Venezuela; Galería Cerquone Projects. Caracas, Venezuela. 2019) // La persistencia de lo invisible (Hacienda La Trinidad Parque Cultural. Caracas, Venezuela. 2018) // Fámula, el hábitat conocido (Centro de Bellas Artes Ateneo de Maracaibo. Maracaibo, Venezuela. 2017). Ha recibido más de una decena de reconocimientos, entre ellos el Premio Eugenio Mendoza #15 (Fundación Sala Mendoza, 2019). Ha participado en proyectos en Brasil, México, Aruba y Colombia.

 

Su investigación plantea una aproximación con perspectiva de género a factores sociales que afectan la existencia, empleando signos cotidianos, epocales y locales como las violencias, el desplazamiento, la trata, la explotación y esclavitud contemporáneas, la xenofobia y otras formas de segregación, atendiendo su afectación en diversos ámbitos de lo natural. En su trabajo preexiste el recurso textil, por su cercanía al cuerpo como segunda piel y por su relación con la palabra escrita -texere: que da origen a tejido y texto-. 

 

Vive y trabaja en Caracas, Venezuela, donde participa como activista de DDHH en torno a derechos de las mujeres y otras formas de artivismo.

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