La ceramista Vinia Winckelmann ha mantenido desde 1993 una sostenida y modesta producción de piezas en materiales como resina, bronce y gres, desarrollando diversos temas como la mujer, la naturaleza, la ciudad y, más recientemente, la cerámica abstracta, artística y también utilitaria. Para esta ocasión, presenta un conjunto de piezas de mediano y pequeño formato que, sirviéndose de la condición dúctil y maleable del barro, se convierten en objetos de diversa naturaleza: boles, floreros, lámparas, elementos decorativos y mundos extraños. Fragmentos de hojas y formas texturadas que se entrelazan y superponen para dar como resultado hermosas piezas funcionales.

​