Entrega de diplomas | Diplomados de Arte contemporƔneo y Arte contemporƔneo latinoamericano
09.11.19
Palabras del Profesor Luis Marciales
Luisa Mariana Pulido, Presidenta de la Fundación Sala Mendoza
Profesora Elvira Navas, Decana de la Facultad de Ciencias y Artes
Patricia Velasco, Directora de la Sala Mendoza
Profesora Lorena GonzƔlez, coordinadora del Diplomado de Arte ContemporƔneo Latinoamericano y Humberto Ortiz, coordinador del Diplomado de Arte contemporƔneo.
MarĆa de Lourdes Rengifo, coordinadora de educación y eventos.
Queridos estudiantes, profesores. Amigos todos.
Hoy nos encontramos aquĆ en la Sala Mendoza para celebrarlos y entregarles sus diplomas. Han concluido con Ć©xito los respectivos requisitos de los programas del Diplomado de Arte ContemporĆ”neo I y el primer grupo del Diplomado de Arte ContemporĆ”neo II, CartografĆas y resonancias en el arte latinoamericano. Eso por sĆ mismo es un gran logro. Tanto el esfuerzo de estas dos instituciones, la Universidad Metropolitana y la Sala Mendoza, que se han organizado para ofrecer un espacio donde reflexionar sobre el arte y el de ustedes que consideraron valioso adquirir unas herramientas conceptuales para comprender mejor ese objeto elusivo y deslumbrante merece el mĆ”s entusiasta de los aplausos. Esto serĆa normal, acaso rutinario en otros lugares, pero en nuestro aquĆ y ahora, es casi un acto de atrevido malabarismo. Que en medio del momento mĆ”s oscuro en la historia del paĆs un grupo de personas, estudiantes, profesores y todo el personal de apoyo tanto de la universidad como de la Sala, se propongan semanalmente durante dos trimestres habitar la academia, ilustrarse, reunirse para leer, dialogar, investigar, apreciar, experimentar, reflexionar de diversas maneras y perspectivas sobre el arte contemporĆ”neo, son actos de rebeldĆa, a contrapelo de lo que sucede alrededor, donde el desprecio por el conocimiento, por estos espacios como son las universidades y por la cultura son labor cotidiana de la sombra y el aullido. Hacer lo que ustedes han hecho es por eso un acto de resistencia y rebeldĆa muy importante.
Pero tan importante como este gesto, me gustarĆa seƱalar otros que me parecen acaso mĆ”s vitales, que constituyen hitos y recorridos fundamentales en la cartografĆa existencial de cada uno de nosotros y de todos juntos. La experiencia del arte en general y especialmente del arte contemporĆ”neo es Ćŗnica, nos reta y seduce, atrae y resiste, invita o parece rechazarnos. Hans-Georg Gadamer nos dice con razón que el lenguaje del arte, cuando se produce la experiencia estĆ©tica, nos habla a cada uno y nos interroga sobre nuestra vida, invitĆ”ndonos a cambiarla. Esto parece mucho mĆ”s enfĆ”tico para el arte contemporĆ”neo. Los especialistas seƱalan que el arte contemporĆ”neo se produce, expone, es comercializado, estudiado, visitado por muchĆsima mĆ”s gente a nivel mundial que en cualquier Ć©poca anterior. Eso acaso estĆ” produciendo una revolución en la subjetividad contemporĆ”nea y tenemos derecho a pensar que es una revolución de las buenas. En primer lugar por la libertad que nos propone. El arte mismo se ha emancipado de estilos, relatos y meta-relatos, distinciones sociales, formatos especĆficos, lugares de exposición, temas. La libertad parece ampliarse casi desmesuradamente. En el arte contemporĆ”neo pueden estarse fraguando una concepción y experiencia de libertad inĆ©ditas para nosotros. Tal vez nos asusta un poco, pero es sobre todo un gran salto, atrĆ©vanse a darlo. Schiller seƱalaba que āel hombre⦠solo es enteramente hombre cuando juegaā El arte contemporĆ”neo se permite la ligereza de jugar consigo mismo, con la historia del arte, diluye los absolutos que lo atenazaban, la seriedad del especialista, la genialidad del artista y nos convoca a un juego ya no solamente en la experiencia limitada del museo, sino extendida a toda nuestra vida. El arte tambiĆ©n da voz y por tanto participación en lo pĆŗblico a muchas personas que no la tenĆan, culturas enteras han encontrado expresión para mostrarse de una manera distinta al ruido de las noticias, de las omnipresentes redes sociales, de la a veces muy limitada y chata industria cultural, sino con todas las posibilidad de articularse en la materialidad devenida espĆritu del hecho artĆstico. En ese sentido el arte tambiĆ©n se vuelve polĆtico, pero no entendido esto en el sentido de la lucha por el poder, sino en el de recuperar espacios para el encuentro comunitario y articulación de los asuntos comunes. Liberado de las ideologĆas que lo domesticaron para ellas en el siglo XX, el arte contemporĆ”neo se ha ligado en su acción polĆtica con la gente, con sus problemas āpequeƱosā, mostrĆ”ndonos y dando acceso a lo realmente humano frente a los discursos del poder masificadores y manipuladores y cuando, lo sabemos bien, se vuelven cruelmente opresivos y mentirosos. El arte tambiĆ©n puede ser āafortunadamenteā punzante, incómodo y con la capacidad de abismarnos. Se atreve a mostrarnos las sombras, el dolor, la soledad, la angustia, la incertidumbre, nuestros monstruos y tambiĆ©n, la superficialidad y necedad de muchos de nuestros afanes y modos de ser. Pero ello lo hace no con el puƱetazo de lo real, sino desde la mediación de la experiencia estĆ©tica, tan verdadera e intensa pero que al mismo tiempo nos protege e invita a metabolizarla para incorporarla en nuestra vida y, como decĆamos, a cambiarnos.
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La amplitud, pluralidad, libertad, su carĆ”cter de juego y su capacidad para movernos āa veces de forma sĆŗbitaā de nuestra apoltronamiento existencial, es una de las maneras mĆ”s vitales e interesantes de proponernos una mirada sobre nosotros y los otros e invitarnos a una vida mĆ”s despierta, mĆ”s a cargo de sĆ misma, mĆ”s luminosa en la medida que tambiĆ©n reconoce sus sombras, mĆ”s lĆŗdica, ligera y danzante como lo querĆa Nietzsche.
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Gracias por atreverse a transitar por este portal y entrar en el territorio inédito, abierto y plural del arte contemporÔneo. Gracias por permitirnos acompañarlos en este recorrido ”sigan adelante! No dejen de hacer, disfrutar, difundir, pensar y sobre todo vivir el arte contemporÔneo. No sé si los harÔ mÔs buenos, sabios, ecuÔnimes o felices pero sà estoy seguro de que los harÔ enfÔticamente mÔs humanos y eso es el comienzo de todo.
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Felicitaciones a todos ustedes.
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Luis Marciales, Caracas, 08/11/2019